4 de agosto de 2016
Nos apuntamos al Día de los Refugios que organizaba Fedamón, travesía bonita, muy dura y larga entre los dos refugios guardados de Sierra Nevada (Postero Alto y Poqueira) llamados » Camino de los Refugios» que recorrería gran parte de la vertiente oriental y meridional del majestuoso Parque Nacional de Sierra Nevada.
Iniciamos nuestra ruta, dirección sur en el precioso refugio de Postero Alto, donde habíamos pernoctado a 1900mts. Miguel, Antonio, Manolo, Pepe y el que suscribe, del Grupo de Senderismo y Montaña de la Subbética de Cabra, el jueves 4 de agosto, a las 8 aprox. junto a un grupo de compañeros en número de 30 aprox.
Empezamos por un pronunciado ascenso siguiendo la Cañada Real de Trevélez por la Loma de Enmedio, en dirección al Puerto de Trevélez, según los Jerezanos del Marquesado o Puerto de Jérez según los treveleños, con unas grandiosas vistas al Picón de Jerez y el impresionante Barranco del Alhorí al oeste y el Puerto de las Albardas, el Cerro del Gallo y más alejado el Chullo, al este.
Nos refrescamos en uno de los nacimientos de la Casilla de los Rojos y una vez en el Puerto, 2800 mts., hicimos las fotos de rigor con las “Piedras de los Ladrones” y cerro Pelao a nuestra espalda, continuamos nuestro caminar, ya en descenso, siguiendo el cauce del rio Puerto de Jerez, y la Loma de Granados a nuestra izquierda y rodeando Cerro Pelao, 3182 mts., hasta alcanzar la Cañada Real de Vacares, donde aparecían enormes barrancos, los gigantescos Tajos de las Muñozas del Panderón de Cerro Pelao y el cortijo la Meseta al fondo, ya dirección oeste.
Refrigerio en el rio Juntillas, donde alguno se bañó sin querer, en las inmediaciones de la Isla y el Peñón del Muerto, donde ya las piernas empezaban a notar el duro rompepiernas de subida y bajada de lomas, que estábamos anduviendo. Poco después llegamos al barranco del Goterón, donde se dejaban ver parte de los grandes tresmiles del Parque: Goterón 3071 m., Vacares 3144 m., Alcazaba 3369 m., Puntal de Siete Lagunas 3318 m., Peñón del Globo 3296 m. etc.
Ascendimos la loma del Goterón en su vertiente de Vacares y cruzamos a la loma de la Alcazaba, entre la Piedra del Yunque y los Tajos del Cura en la loma mencionada, nuevo sube y baja que iba desgastando nuestras rodillas y pies, donde nuestro guía decidió que debíamos comer y que todos agradecimos.
Dirección sur y a través de los Prados del Chordi, en la Loma del mismo nombre, alcanzamos el rio Culo de Perro cerca de Chorreras Negras donde volvimos a refrescarnos en las gélidas aguas que existen en estos parajes.
Nueva loma que acometer, en este caso la del Mulhacén y la del Tanto, que nos iba acercando a nuestro destino más inmediato, cañada de la Iglesia y el Alto del Chorrillo, ya con 8 horas de caminata en nuestros pies y con muchas ganas de divisar el ansiado refugio de Poqueira.
Por fin sobre las 6 y media de la tarde llegamos y nos dimos nuestro pequeño homenaje de ducha, relax y cervecita en este emblemático y precioso lugar, al abrigo de los sublimes picos de esta vertiente meridional de la cordillera Penibética, Veleta 3396 m., Los Machos 3327 m., Caldera 3222 m. y Mulhacén 3479 m.
Gracias a, los asombrosos conocimientos en toponimia de Antonio Gámez, nuestro guía del Club de Montaña Lanteira, a pesar de la enorme cantidad que existen en estas sierras y que gratamente quiso compartir con nosotros y a Ramón por su ayuda impagable con Pepe, en sus momentos más que difíciles de la travesía.
Al día siguiente estaba programada la celebérrima ascensión al Mulhacén, con motivo de la Romería de la Virgen de las Nieves, excursión frustrada por “el palizón del día anterior”, a excepción del gran atleta Miguel Ángel, que anda “lo que le echen”, ¡una cabra montesa vamos! y junto con Juli padre e hijo y Miguel que se incorporaron ese día.
Vuelta a Capileira, en lo que fue la ruta más bonita, aunque larga también, junto al rio Naute y el rio Mulhacén o Poqueira, pasando por el curioso Cortijo las Tomas, con sus refrescones correspondientes en estas ateridas aguas, hasta llegar a esta bonita localidad alpujarreña, donde dimos buena cuenta del típico plato alpujarreño.
Inolvidable e irrepetible ruta en buena compañía.
José Antonio Espejo
