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Castil de Campos

Zeus

Castil de Campos, Priego

Situada al norte de la sierra de los Judíos, esta aldea de remoto origen tiene un fuerte carácter rural marcado por la presencia del cultivo del olivo y sus huertos intercalados entre las casas.

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Castil de Campos, de unos 700 habitantes, era, hasta el 2001, una aldea del municipio de Priego de Córdoba. Está situada al norte de la sierra de los Judíos, a unos diez kilómetros al noreste de Priego y a dos kilómetros al sur de Fuente Tójar. El trazado del pueblo es irregular, debido a que la génesis urbana en las aldeas surge un tanto anárquicamente, aunque no por falta de planificación urbanística sino por la propia configuración del terreno y la necesidad de instalaciones agrícolas. De hecho, entre las casas se intercalan huertos familiares, lo que hace que se acentúe su carácter rural, que ya viene fuertemente marcado por la presencia del cultivo del olivo.

Su origen es muy remoto y en su solar se ha encontrado material cerámico de época romana: escasos y dispersos fragmentos de cerámica común, terra sigillata, tegulae y laterculi y monedas, que también han aparecido en el cementerio de la localidad y que demuestran la existencia de un asentamiento de época romana. Se sabe, gracias a la investigación arqueológica, que Castil de Campos también fue una alquería o aldea de Priego en la etapa islámica (siglos X-XIII) y, probablemente, por aquella época se debió construir una atalaya o torre almenara en la sierra que se levanta al sur de esta población y que aún mantiene el topónimo de Torre del Serval; y bien pudiera ser que el nombre de la calle Torre de dicha población tenga su origen a que conducía hacia ese monte, lugar donde es más probable que se emplazara la torre, pues ya en el siglo XIX Pascual Madoz recoge el topónimo refiriéndose al emplazamiento de Castil de Campos «al norte de la Sierra Torre Salvar».

Esta torre pudo ser una de las construidas en los alrededores de Priego de Córdoba por los nazaritas entre 1332 y 1341, cuando la ciudad estuvo bajo dominio del reino de Granada antes de la definitiva conquista cristiana en la última fecha indicada. En la misma aldea de Castil de Campos aparecieron hace unos años restos de una cimentación con forma redonda, que debieron corresponder a otra torre atalaya cilíndrica de mampostería que debió tener alrededor de cuatro metros de diámetro. Actualmente está soterrada y casi destruida en el interior de un patio de un inmueble particular, precisamente de la calle La Torre.

Por tanto, se pueden rastrear los orígenes del pueblo hasta la segunda mitad del siglo XIV, época de la repoblación de estas tierras por colonos castellano-leoneses después de su conquista a los musulmanes. Sin embargo, la primera vertebración institucional de Castil de Campos como pueblo se debe relacionar con el establecimiento de una iglesia con culto y dependencias propias en los últimos años del siglo XVIII y primeros del XIX, y de las instituciones que en torno a ella se fueron creando.

A mediados del siglo XIX Ramírez y las Casas Deza describía la aldea de la siguiente manera: «Castil de Campos está situado en una ladera al norte de Priego del que dista una legua. Consta de 130 casas que no forman calle, 179 edificios, unos 200 vecinos y 803 habitantes, 704 dentro de la aldea y 99 en el ruedo. Su parroquia fue erigida en 1818 y está dedicada a Nuestra señora del Rosario, y es pequeña y de mezquina construcción. Hasta 1835 estuvo servida por un cura teniente del abad de Alcalá, que pasó a serlo del párroco de Priego. Tiene dos fuentes dentro de la población y una en su territorio todo de buen agua. Tiene escuela de primeras letras dotada con 2500 reales. Los habitantes se dedican a la arriería”

Encontrándose ya muy deteriorada, la vieja y humilde ermita originaria fue reconstruida y adquirió su estructura actual en el año 1954. Sobre la parte más elevada de la inclinada plaza del Rosario se impone hoy la fachada alta y blanca de la iglesia, coronada por un airoso y sencillo campanil de tres cuerpos con reloj. Esta iglesia presta asistencia religiosa a otros núcleos de población cercanos .

Hacia el mirador

Desde la Plaza del Rosario y subiendo por la calle La Fuente, se accede a la Fuente de los Chirimeros. Se trata de una fuente de dos caños de metal con un pilón de base rectangular construida de bloques de roca, en cuyo interior aparecen unos posa-cántaros para cada caño. Esta fuente da acceso al barrio del mismo nombre. Sus empinadas cuestas, sus primorosos rincones y sus casas típicas hacen que el visitante evoque otros lugares y vivencias del pasado.

En el extremo sur del barrio de los Chirimelos, la calle Mirador se continúa por un estrecho y empinado camino, en principio cementado y luego de tierra, que se adentra entre olivos y almendros, aunque al momento comienza a rodearse de chaparros y retamas. El camino finaliza en la ermita de la Virgen del Rosario, que cuenta con un espléndido mirador sobre el pueblo y donde, desde el año 1.996, cada segundo domingo de junio, se viene celebrando la Romería de la Divina Pastora, acontecimiento que reúne a multitud de campeños en un día de convivencia. Un poco más arriba, por un camino festoneado de cipreses y algunos pinos, se llega al cerro de la Torre Serval, de la que sólo se conserva el topónimo y que debió situarse en las inmediaciones del mirador de Castil de Campos. Desde este mirador, construido en 1992 por iniciativa de Paco Córdoba y de las mujeres del centro de Educación de Adultos de Castil de Campos se pueden contemplar la fortaleza de la Mota de Alcalá la Real, Alcaudete y su castillo, parte de la depresión Priego- Alcaudete, Fuente Tójar y El Cañuelo. Para regresar al pueblo se puede dar un pequeño rodeo, dirigiéndonos primero hacia el suroeste, hasta dar con el camino de Cañada Blanca.

JOSÉ AUMENTE RUBIO

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Por José A. Espejo

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