5 de marzo del año de nuestro señor de 2016
Fastuosa ruta la que se inventó Maolet para este sábado, Cruz de Juanar. Ojén y dada la enorme expectación por la majestuosidad y belleza de sus vistas, sucumbimos 8 andarines del club Egatrekking de Cabra, Paco, Pepe, Manolin, Víctor, Kiko, Antonio, Juli, Maolet y el que suscribe.
Entre Ojén y Monda, en el Refugio de Juanar, en Sierra Blanca, dejamos los coches, empezando por el carril del olivar de Juanar y Puerto Marbella, para iniciar una primera visita al Mirador del Macho Montes, que nos brindó unas preciosas vistas a Marbella, San Pedro y Puerto Banús.
Retrocedimos unos metros para iniciar el empinado y serpenteante ascenso a la Cruz de Juanar, alto de 1.184 m., por su cara suroeste, con un fuerte desnivel que nos sacó los primeros sudores del día.
Ya en la cima encontramos una gran Cruz de hierro y una pequeña covacha con una Virgen, además de unas bonitas panorámicas del litoral de poniente de la Costa del Sol y de toda la cuerda de nuestro objetivo montañero de hoy, Salto del Lobo 1.221 m., cerro del Lastonar 1.275 m., Cepillo del Enebro 1.194m. y pico de la Concha 1.215 m., bocata y risas con Kiko que como siempre ameniza estos paseos con su gracia y sorna característica, “un puntazo”.
Dice la leyenda que unos pescadores desorientados y a la deriva por las nieblas, en un “clareo” de estas, avistaron el cerro de Juanar que les orientó para volver a tierra firme, salvandoles la vida. Como promesa decidieron subir y anclar la Cruz y ermita que allí existe hoy.
Bajamos por un empinado y complicado sendero hasta el Puerto de la Loma del Lobo, donde se encuentra la bifurcación que nos conduce alternativamente al refugio.
Seguimos por un sinuoso y estrecho sendero dirección oeste alcanzando el alto del Salto del Lobo, girando hacia el sur para seguir su sombría cara oeste que presentaba un estrecho sendero semiaéreo bajo unos enormes tajos.
Continuamos hasta el cerro del Lastonar y de aquí a un pequeño Puerto que no dejaba ver unas amplias vistas al poniente litoral (San Pedro, Estepona, Istán, Benahavis, embalse de la Concepción, Sierra Bermeja, Sierra Palmitera, etc.) y hacia el levante (Calahonda, Sierra de la Alpujata, Mijas, etc.).
A partir de aquí se dejaba ver la impresionante crestería a recorrer del Cepillo del Enebro y el pico de la Concha.
Continuaron por un senderillo pétreo hasta una repisa aérea que daba paso a la cresta que nos llevaría a la Concha, yo tuve que rodear por la cima del morrón debido al vértigo, hasta unirme al grupo poco después, donde como es habitual en estas situaciones de peligro para mí, me esperaba Maolet y Pepe, para inyectarme ánimo y valor, para seguir caminando por este agreste y complicado cerro hasta nuestro destino, Pico de la Concha.
Fotos de turno, refrigerio y vuelta atrás desandando lo andado, hasta la base de la cruz de Juanar donde decidimos bajar por la vertiente septentrional alternativa.
Impresionante y dura ruta que nos dejó los pies algo “rotos”, pero compensado por la espectacularidad del terreno y sus panorámicas inigualables. José Antonio Espejo.
