El Tajillo del Águila

En el corazón de la nava

José Aumente

La falla conocida como el Tajillo del Aguila se formó en el Jurásico, hace aproximadamente 160 millones de años, y ha sido retocada por los movimientos posteriores. Presenta una dirección norte-sur y tiene su labio oeste levantado y su labio este hundido.

También podemos observar franjas de olivares en los sitios en los que el suelo es suficiente para que se puedan desarrollar; mientras que en las zonas con menos suelo y más inaccesibles aparecen manchas de vegetación natural de monte mediterráneo. Estas zonas son de vital importancia para la fauna salvaje, ya que encuentran el alimento y refugio que necesitan para su supervivencia.

Desde esta atalaya, hacia el oeste, se puede ver la depresión del Guadalquivir; mientras que al este, en el horizonte, podemos ver el macizo de Sierra Nevada si los días son propicios, y algunas sierras del Sur de Jaén, como la venta tectónica de Valdepeñas de Jaén, entre la sierra de la Pandera y Ventisqueros.

Podemos subir campo a través o por una estrecha veredilla, que se pierde en ocasiones, hasta la inmediata cima de la sierra de La Cabrera. Grandes bloques de rocas desprendidos y caídos por gravedad de dicho frente son señales inequívocas de los procesos erosivos recientemente acontecidos. Desde la cumbre disfrutaremos de una amplia panorámica de la parte sur y este del Parque, con las sierras Gallinera, Horconera y de Rute al fondo, y en un plano más próximo, el cerro de Palojo y Puerto Escaño. Justo debajo tenemos la Nava de Palojo y por detrás asoma el pico Camorrilla. Hacia el Oeste se distingue la redondeada cumbre de la Camorra, tras la cual asoma la sierra de Aras con la ermita de la Virgen de Araceli en su cumbre, y más hacia la derecha, el pueblo de Lucena.

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