La cubé de Priego

La plataforma travertinica constituye un interesante espacio natural

JOSÉ AUMENTE RUBIO

       Las plataformas travertínicas de Priego de Córdoba se inscriben en el contacto entre las calizas liásicas de la Sierra Horconera y el substrato margoso y de yesos de Keuper del Subbético, y se desarrollan de modo escalonado entre las cotas 660 y 450 metros de altitud.

La Cubé constituye una plataforma creada por unos intrincados depósitos de tobas de facies cascada junto a otros de carácter detrítico. La intensa karstificación de este sector queda patente en el desarrollo de numerosas galerías y conductos. Son significativas, tanto por su formación como por su significado social, las cuevas de la Raja y el Pozo, que han dado origen de numerosas leyendas populares, aludiendo sobre todo a tiempos y temas del pasado musulmán prieguense, como es la creencia de que existen una serie de galerías subterráneas y pasadizos que conectan directamente el interior del castillo de Priego de Córdoba con el bajo Adarve y las cuevas de la Cubé. De hecho, en un interesante estudio de Rafael Carmona Ávila sobre la ocupación de cuevas naturales de la comarca de Madinat Báguh (Priego de Córdoba) entre mediados del siglo X y el siglo XI, publicado en la revista Antiqvitas, se incluye la cueva de la Raja en La Cubé -de 56 metros de recorrido y un desnivel de 1,6 metros- entre las cuarenta cavidades donde se han encontrado indicios de dicha ocupación.

     Pero las leyendas de la Cubé no se limitan al período andalusí. Así por ejemplo, en una publicación sobre Historias de la Guardia Civil, he encontrado una crónica titulada Las cuevas de la Cubé, escrita el 9 de junio de 1862, donde se narra detalladamente un hecho acaecido en dicho paraje, cuando el subteniente Martínez atrapó al bandido Diego Aguilera, famoso por su crueldad, que había conseguido fugarse de la prisión de Priego, escondiéndose en una de las cuevas de La Cubé, de la que dice textualmente: «Esta cueva, que se encuentra en medio de un tajo, cuya ladera baña un río, es sumamente larga, estrecha y con una vía casi inaccesible». Probablemente el lugar donde se escondiera el forajido fuera la cueva del Pozo, estrecha diaclasa de 34,7 metros de desarrollo y ocho metros de desnivel, cuya boca se abre en la pared que forma una de las terrazas terminales de la plataforma travertínica que se precipita sobre el cauce del Salado.

La Cubé es un espacio natural que reúne unas características de alto valor geológico, biológico, geográfico, arqueológico y ecocultural, lo que llevó al ayuntamiento de Priego a solicitar su declaración como monumento natural, figura de protección reservada a espacios de la naturaleza, constituidos básicamente por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de protección especial.

Cerca del pueblo

     Para llegar al paraje de la Cubé desde Priego de Córdoba debemos partir de la avenida de Granada, a la altura del pabellón de Deportes, tomar la calle La Vega y continuar por el primer desvío a la derecha. Después de atravesar por un paso subterráneo la carretera A-339 encontraremos una bifurcación. Continuando a la derecha, rodeados de casas con huertas, llegaremos hasta el río Salado en el paraje de La Cubé. Un par de mesas y bancos de madera invitan al descanso y la contemplación. Se escucha el canto de chochines, ruiseñores y currucas capirotadas, que se mezcla con el croar de las ranas. Al asomarnos al río los galápagos leprosos se lanzan al agua alertados por nuestra presencia, y posadas en un antiguo cable trinan sin cesar las golondrinas.

Unos escalones de piedra nos permiten acceder hasta el vestíbulo de la cueva del Pozo para apreciar más de cerca el curioso modelado de la roca caliza. Al otro lado del puente que permite acceder a la orilla opuesta del río, se inicia un corto sendero en cuyo margen se han plantado algunos almeces. Vallas de madera guían nuestro paseo.

Magazine Senderista