Las Angosturas de Priego
El río Salado, a su paso entre Sierra Leones y la sierra de los Judíos, ha excavado un desfiladero conocido como Las Angosturas
JOSÉ AUMENTE RUBIO
El río Salado, a su paso entre Sierra Leones y las laderas occidentales de la sierra de los Judíos, muy cerca de Priego, ha excavado un desfiladero conocido como Las Angosturas, una estrecha garganta con escarpes rocosos, paso natural que aprovecha la carretera A-333.
Esta vía de acceso a Priego de Córdoba es una delicia tortuosa, que se adentra en uno de los paisajes más espectaculares de nuestra provincia lentamente, permitiendo saborear los contrastes entre el agua, saltando de roca en roca, y las altas paredes de piedra caliza.
El abrupto relieve está condicionado por la incisión lineal del río Salado sobre dolomías del Lías. Las estructuras tectónicas de estos materiales condicionan la morfología y diseño del discurrir del río, produciendo, además, algunos rápidos y cascadas.
Las Angosturas presentan un gran valor paisajístico y natural. El río Salado se rodea de una franja de vegetación compuesta por rosales silvestres, zarzas, cañas y tarajes. En las empinadas laderas crecen algunas encinas, majuelos, cornicabras y espinos negros. Pero el interés florístico de este enclave radica en las especies adaptadas a las paredes y fisuras calizas.
En un muestreo y toma de datos en campo realizado por voluntarios y varios miembros del grupo Ecologistas en Acción, y dirigido por el prestigioso botánico ya fallecido Enrique Triano, se identificaron, en tan solo un kilómetro del río Salado a su paso por el desfiladero de las Angosturas, 150 especies de flora, algunas de ellas en peligro crítico de extinción, como es el caso de hippocrepis tavera-mendozae, cuyo hábitat se sitúa precisamente en las fisuras de los roquedos calcáreos. Se trata de una especie incluida en el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España que únicamente se localiza en el paraje natural del Desfiladero de Los Gaitanes y la Subbética cordobesa. Hay otras especies endémicas en peligro de extinción presentes en este bello desfiladero.
Con respecto a la fauna, en este reducido enclave confluyen especies adaptadas a ambos medios, el acuático, con la presencia de galápagos leprosos, culebras viperinas y lavanderas cascadeñas; y al medio rupícola, donde se desenvuelven a sus anchas el avión roquero, el colirrojo tizón, el gorrión chillón, el roquero solitario, la collalba negra, el búho real y el cernícalo común, entre otros.
Todo este conjunto de elementos naturales, algunos difíciles de encontrar en otros lugares, junto con el más que evidente valor paisajístico, determinaron su inclusión en el Catálogo del Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Córdoba, donde entra a formar parte del Conjunto de Complejos Serranos de Interés Ambiental.
Las Angosturas del río Salado también forman parte del Inventario Andaluz de Georrecursos.
Camino viejo de Tójar
Si en el cañón de las Angosturas se introdujera un sendero en lugar de la actual carretera A-333, podríamos disfrutar de uno de los recorridos a pie más bellos de las Sierras Subbéticas, que no tendría nada que envidiar a la conocida ruta del Bailón, en Zuheros. Esta carretera se comenzó a construir en 1897, perforando el cañón de las Angosturas en el sector más angosto y escarpado. Pero anteriormente, los habitantes de Priego habían trazado sus caminos de salida hacia otras tierras por ambos lados del desfiladero, solo aptos para cabalgaduras o pequeños carruajes que se arrastraban lentamente cuando no quedaban varados ante cualquier despeñadero.
Vamos a recorrer el antiguo camino por el Portillo de Sierra Leones, conocido como Camino Viejo de Tójar, que es también vía pecuaria, la colada del Cañuelo y Vado de Priego. Este camino carretero fue durante siglos vía obligada de comunicación para los prieguenses que querían ir a Fuente Tójar, Alcaudete o Baena, pero también a Jaén o a Madrid. Podemos iniciar nuestro recorrido en el Polígono industrial La Vega.