Sierra Nevada norte
Cantera la Serpentina-Cortijo el Hornillo-Verea Loca-Guarnón-Verea la Estrella-Güejar Sierra
15 de octubre de 2017
Nos desplazamos a Sierra Nevada norte y menuda sorpresa nos tenía guardada Maolet, una ruta insólita entre bosques en estas sierras, donde la aridez y rocoso del terreno impera.
Dejamos los coches en la cantera de piedra serpentina, cruzamos el arroyo San Juan e iniciamos el exigente ascenso por un hermoso robledal, “dicen que el más alto de la península”, hasta el cortijo el Hoyo, pseudollano donde se intuían vestigios de una antigua ganadería y sementera de trigo, cebada y el apreciado copo de nieve, “la patata”, no más allá de 20 años, hasta el cortijo el Hornillo.
Desde aquí existe otra ruta alternativa que conduce a la Haza Mesa a través de la acequia del mismo nombre en cuyo recorrido todavía se conservan los “hoyos de las papas”, lugar donde se conservaba tan apreciado tubérculo.
Continuamos en sentido horizontal hacia el cortijo/refugio de Cabañas Viejas y desde aquí hacia el Hornillo, cortijada actualmente convertida en varios refugios con cocina incluida y un arroyo con abundante agua.
Ya se avistaban majestuosas las caras norte de los enormes tresmiles del parque y que de izquierda a derecha eran: Mojón Alto, El Cuervo, Vacares, Goterón, Alcazaba, Puntal de la Cornisa, Mulhacén, Caldera…..
A partir de aquí descendimos a través de la dehesa de San Juan, pasando por las ruinas del cortijo Las Cazoletas hasta que topamos con un bonito mirador que exhibía un gran patio hacia el barranco y el Rascal del Guarnón, para finalmente enlazar con la vereda de la Estrella, cercanos ya al puente del Guarnón.
En este cruce podíamos optar por seguir dirección sureste hacia las famosas minas de la Justicia, Cueva Secreta o incluso cruzar el Genil, (siempre que su caudal lo permita), ascender por la Loma del Calvario hasta el refugio del Aceral y de la Cucaracha y desde aquí descender de nuevo al Genil para a través del Puente de los Burros enlazar con la Estrella. Esta ruta quedará para una ulterior excursión.
Elegimos seguir dirección noroeste por la vereda de la Estrella y se evidenciaba lo celebre de esta vereda ya que la afluencia de gente era máxima. Alcanzamos el Viso de los Nortes, repisa que nos mostró las caras norte antes mencionadas desde otra perspectiva y la gran caída al Genil en el fondo del barranco. Tuvimos la suerte de coincidir con una de las más prodigiosas obras que nos brinda la Madre Naturaleza, en todo su esplendor y naturalidad, que nos acompañó un buen rato “que gustazo para el cuerpo”. Dimos con el sendero en brusco descenso hacia el puente de madera de los Burros, que cruza el Genil y asciende por la Cuesta de los Presidiarios hasta el refugio de la Cucaracha.
Regresamos al coche, no sin antes topar con el gran castaño, el Abuelo, donde nos hicimos algunas fotos pero no pudimos probar las castañas ya que debido a la sequía, estaban secas.
José Antonio Espejo