Search
Close this search box.

Huerta Anguita

Zeus

 

Huerta Anguita

Rodeado de altas paredes rocosas, este bello recinto donde dejaron su huella árabes y romanos goza del mayor almezal de toda la provincia de Córdoba

\"huerta

JOSÉ AUMENTE RUBIO

          En la Guía multidisciplinar de Priego de Córdoba, interesante obra coordinada por el museo histórico municipal de dicha localidad, el biólogo Baldomero Moreno y el investigador Javier Gómez afirman que la huerta más bella de todo el municipio, y posiblemente de toda la provincia de Córdoba, es Huerta Anguita, una huerta de tradición hasta prehistórica, situada a los pies de los tajos de las Angosturas, que aprovecha uno de los cursos de agua más limpios y cristalinos de Priego, el arroyo del Pozo la Huerta del Rey.

Allí se descubrió una tumba con cubierta de tegulae y ajuar funerario compuesto de varios platos de terra sigillata, construcción funeraria perteneciente, probablemente, al Alto Imperio Romano. Los árabes también dejaron en esta antiquísima huerta un recuerdo de su paso por estas tierras: el mayor almezal de todo el sur de Córdoba.

El almez (Celtis australis) es un árbol caducifolio cuyo nombre vulgar proviene de la denominación árabe al-mais. Su fruto, llamado almeza o almecina, es de carne dulce y de sabor agradable; fue usado en la medicina popular como astringente y es muy útil para potenciar la avifauna de los parques, siendo normalmente los mirlos los que más lo comen.

Frecuentemente, los almeces crecen asociados a las acequias (construcciones árabes por excelencia), y en Priego, prácticamente sólo lo encontraremos en esta localización y sus inmediaciones.

En su obra Las Angosturas: historia de una colonia industrial en Priego de Córdoba, Miguel Forcada Serrano describe Huerta Anguita como un «huerto cerrado» de forma ovalada y no más de una hectárea de superficie, rodeado de altas paredes rocosas que lo convierten en un lugar recóndito y de difícil acceso.

Por el borde de esta superficie discurre un arroyo, siempre cristalino y caudaloso, que trae las aguas del manantial del Alborazor para descargarla sobre el río Salado atravesando la carretera por un conducto que muchas veces ha sido desbordado. Sobre una de las paredes que rodean Huerta Anguita, como un nido de águilas, mirando al oeste, se abre una cueva también poblada en época neolítica. Y concluye: «Hoy Huerta Anguita es otro lugar abandonado y desconocido en el que mueren lentamente grandes nogueras y solo proliferan los granados silvestres y la maleza».

A Huerta Anguita se accede desde el poste kilométrico número 13 de la carretera A-333, que comunica a Priego de Córdoba con la carretera Nacional Córdoba-Granada (N-432). Justo frente a la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Priego de Córdoba, sube una vereda que deja a la derecha el mencionado arroyo, que en este tramo se despeña en bellas cascadas y al que atraviesa una estrecha pasarela metálica que da acceso a la explanada sobre la que se levanta la pared rocosa donde que se encuentra la cueva.

Al inicio del sendero, un cartel advierte que estamos en una propiedad privada y que está prohibido el paso, por lo que sería conveniente pedir permiso para acceder a este paraje. Como ocurre con el resto de cavidades de la Subbética el paso al interior de la cueva sólo está permitido a grupos de espeleología que deben solicitar además un permiso especial.

También se puede llegar a Huerta Anguita desde el denominado cortijo del Alborazor, al final de la ruta de senderismo de la misma denominación. Por debajo de las ruinas del cortijo, siguiendo el curso del arroyo, que desciende hacia el oeste, podemos acercarnos a Huerta Anguita, aunque la bajada es un poco difícil, ya que el camino que existía ha sido destruido por una crecida del arroyo. Hay que descender hasta el mismo cauce por una pendiente muy pronunciada, subir hasta la acequia que está en el margen opuesto y transitar junto a ésta con cuidado hasta llegar hasta el recóndito paraje.

Una cueva con historia

La cueva de Huerta Anguita es conocida desde muy antiguo, al menos desde la década de los años setenta del pasado siglo, habiendo sido incontables las visitas que ha recibido, y los expolios que ha sufrido, ya que se trata de una cavidad muy rica en restos arqueológicos, con cronología que abarca desde el neolítico, pasando por la época argárica, hasta la época islámica califal.

En la base de datos del Patrimonio Inmueble de Andalucía se describe la cueva de esta manera: «Cueva situada dentro del área de Las Angosturas, a unos 670 metros sobre el nivel del mar, en la margen derecha del río Salado. La entrada es de forma ligeramente triangular; en ella existen algunos bloques de considerable tamaño que quizás se desprendieron de una posible visera.

El ingreso se realiza a través de una plataforma de unos tres metros de longitud por 1,5 metros de anchura, dando paso a una galería que, tras un salto de unos 2 metros, se transforma en una rampa de unos 35 metros de longitud cubierta por algunos clastos agudos, con acusado desnivel».

En esta cueva probablemente existió un enterramiento de la Edad del Bronce. Los materiales pertenecientes al ajuar funerario que en su día fueron descubiertos en una de las salas de esta cavidad se reducen a un puñal, un brazalete de arquero y una hoja de sílex de grandes dimensiones. Estas tres piezas se encontraban cerca las unas de las otras y próximas, a su vez, a restos óseos humanos también hallados. Por otro lado, cuenta con una abundante representación de la cultura material neolítica, así como con fragmentos de cerámica y candiles de época andalusí.

\"joseantonioRECORTADO\"

Por José A. Espejo

Facebook
Google+
Twitter

Magazine Senderista

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Al continuar navegando aceptas nuestra política de cookies.